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El síndrome del cuidador quemado

En 2020 un 30% de las personas mayores de 65 años han sido o son dependientes. El aumento de la esperanza de vida, la mejora de tratamientos para enfermedades crónicas y las altas tasas de trastornos mentales, entre otros factores, prevén que en 2070, éste porcentaje aumente a un 60%.*

Siguiendo con los datos, cerca del 80% de dependientes viven con sus cuidadores familiares, siendo el perfil más común el de mujeres de entre 45 y 65 años que combinan el cuidado familiar con el desarrollo profesional. 

Con estas cifras no es de extrañar que el 91% de cuidadoras familiares acaben sufriendo el  síndrome del cuidador quemado, también conocido como síndrome del cuidador agotado o burnout del cuidador,  término que se utiliza para describir el agotamiento físico, mental y emocional que experimentan las personas que cuidan de manera constante y prolongada a un familiar o ser querido. 

Cuidar es una tarea exigente y desafiante, ya que implica una dedicación constante, la asunción de responsabilidades adicionales y una carga emocional considerable. A medida que pasa el tiempo, la cuidadora puede experimentar una sensación de agotamiento y estrés crónico debido a las demandas físicas y emocionales que implica el cuidado sostenido. Además de la presión y exigencia del entorno laboral. 

Algunos de los síntomas comunes del síndrome del cuidador quemado incluyen:

  • Agotamiento físico y mental.
  • Sentimientos de tristeza, ansiedad o depresión.
  • Irritabilidad y cambios de humor.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Insomnio o dificultad para dormir.
  • Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.
  • Sentimientos de culpa o resentimiento.
  • Aislamiento social y falta de apoyo.
  • Problemas de salud física, como dolores de cabeza o problemas digestivos.
  • Negligencia de uno mismo y descuido de las propias necesidades.

Es importante tener en cuenta que el síndrome del cuidador quemado no solo afecta al cuidador, sino también a la persona a la que se cuida y a todo su sistema. Si la cuidadora está agotada y sobrecargada, puede tener dificultades para brindar una atención de calidad y afectuosa tanto a ella misma como a todo su entorno, entrando en riesgo la salud de todos. 

Para prevenir la aparición del síndrome del cuidador quemado, es fundamental que las cuidadoras tengan acceso a recursos y apoyo así como, den prioridad al autocuidado. Algunas estrategias que pueden ser útiles son:

  • Obtener información de recursos: Investiga sobre los recursos, ayudas y prestaciones a las que puedes acogerte.
  • Identificar apoyo social: No tengas miedo de pedir ayuda a familiares, amigos. Compartir la carga puede aliviar el estrés y brindarte tiempo para descansar y cuidar de ti mismo.
  • Establecer límites: Es importante establecer límites claros y realistas en cuanto al cuidado que puedes proporcionar. No te sientas culpable por decir «no» o buscar ayuda externa.
  • Cuidar de ti mismo: Asegúrate de dedicar tiempo para hacer actividades que te gusten y te relajen. Prioriza tu propia salud y bienestar físico y emocional.
  • Tomar descansos regulares: Programa períodos regulares de descanso, incluso si son cortos. Esto te ayudará a recargar energías y mantener un equilibrio.
  • Aprovechar los recursos comunitarios: Investiga sobre los recursos disponibles en tu comunidad, como programas de ayuda para cuidadores, servicios de atención domiciliaria o respiro temporal, que pueden brindarte un descanso necesario.
  • Desarrollar tus fortalezas y habilidades: Descubre, explora y entrena tus fortalezas y habilidades internas para afrontar el estrés y proteger tu salud mental. El Programa Cuidar-nos, está diseñado exclusivamente para conseguirlo. 

Recuerda! Cuidar de tu familiar es un acto de generosidad y amor, aspectos que no debes olvidar dártelos a tí misma. Todos necesitamos sentirnos cuidados y atendidos para tener bienestar. Cuidar sin cuidarse ni dejarse cuidar, es un gran factor de riesgo para tu salud y la de tu entorno. 

En nuestra plataforma encontrarás recursos, consejos y tips para sobrellevar ésta etapa vital de forma más saludable. Estamos aquí para acompañarte y, entre todos, Cuidar-nos. 

 

* Información extraída del Instituto nacional de Estadística INE 

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